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jueves, 27 de marzo de 2014

Una historia de producción

Tenemos dos trabajadores, el trabajador A y el trabajador B, que tienen que entregar un producto en una fecha concreta.



Para hacer ese producto se han de hacer dos tareas,  una de las tareas depende de la otra.


Asignamos una tarea al trabajador A y otra al trabajador B.

Ahora el mapa ideal de la producción sería que el trabajador A teminara su tarea unos días antes del deadline, para dar tiempo al trabajador B de completar su tarea.


Pero el productor no consigue transmitir lo a sus trabajadores este mapa ¿Qué sucede entonces?

Que en ausencia de planificación todos los trabajadores interiorizan que sus tareas deben estar completadas para el día de la entrega.

Y el trabajador A tiene este mapa en su cabeza.


Y el trabajador B lo mismo.


Al combinarlos, obtenemos este escenario.


Lo cual es imposible, ya que las tareas dependen una de la otra.

Con lo que el trabajador B empezará a quejarse unos días antes de la entrega.



Y el escenario final será éste.


Y sí, lo habéis adivinado.





sábado, 22 de marzo de 2014

De Scorsese a Leónidas o cómo recuperar la ilusión por crear



Ésto es un fragmento de una entrevista a Martin Scorsese que refleja un punto de vista que comparto, especialmente la última frase, porque frente a la ilusión que uno siente por crear siempre se alzan otras fuerzas que se oponen a este interés. Estoy hablando de intereses económicos, prejuicios o simple ignorancia, y para sacar una idea adelante hay que tener muy claro que te vas a enfrentar a todo ésto.

Como diseñador yo elijo tener una actitud apasionada y desafiante, pero también he tenido que ceder algunas veces a estas fuerzas, y han sido momentos muy dolorosos en que he tenido que tirar semanas de trabajo por culpa de fuerzas a las que, desde mi posición, no tenía capacidad de oponerme. Y hay que saber recuperar la ilusión después de éstos golpes, darse un tiempo para descansar y lamerse las heridas para después levantarse y volver a la batalla, aunque sea para que te partan la cara otra vez, porque por eso somos creativos, porque nos gusta innovar y estamos dispuestos a pagar el precio que supone luchar contra las convenciones.

Solo entonces escucharemos de nuevo el rugido del pequeño Leónidas que todos tenemos dentro, gritándonos.



Diseñadoreeeeeeees ¿Cuál es vuestro oficio?

Y contestaremos





¡AU! ¡AU! ¡AU!